No quiero que seas pájaro
enjaulado,
pero recuerda que yo te he
dado el cariño y el alimento
y no te puse aquí.
Siempre has querido huir
buscando un pasado de libertad,
una libertad que tampoco
tuviste,
porque siempre has estado
aquí.
El que llegó esta vez soy yo.
Yo no venia libre, viajando
como el tiempo,
Pero entendí que hay que ir
soltando:
Soltar letra por letra,
palabra por palabra,
Para no estallar en llanto,
tanto whiskey no da pa’ tanto.
Quisiera ser presa de tu
cariño todo el tiempo,
Pero no soy todos los
hombres,
Tú podrías ser todas las
mujeres,
Y sin embargo, eres sólo
una, un pájaro.
No sabemos en qué momento
el gato se convirtió en pájaro,
Pero el pájaro se convirtió
en hombre,
Suda a chorros su
cansancio, nunca habla de lo mismo,
Se entretiene en los
albores del jardín.
Con entusiasmo espera cada
canto tuyo,
Cada pronunciamiento de tu
nombre.
Al caminar por las calles
de las industrias,
Encuentra escritos en las
paredes tu sed,
Su nombre, el sexo callado,
la escribencia.
Aun así, vuelve de la fábrica
con el alimento,
No abre la jaula, siempre
ha estado abierta.
Tiempo sin leerte, me da gusto, mucho gusto.
ResponderEliminar